Historia / Referencias históricas


 

           

            Queremos hacer referencia en especial a aquellas antiguas idas y venidas por el popular “Camino de Los Cascajos”, cuando no habían medios de comunicación, y cuando imperaba la pobreza en todos los aspectos cotidianos y sociales.

            Hacemos una nominación genérica de “Camino de Los Cascajos”, pero hay que tener en cuenta que dentro de este camino, se hizo una derivación  a finales del siglo XIX, que fue denominada y conocida por “Portillo de Bonilla”, que se adentra desde la confluencia en lo alto de dicho Camino, donde luego se situó un aljibe,  con dirección hacia el Centro de Máguez, cuyo nombre parece obedece a un señor apellidado Bonilla, que vivió en la indicada confluencia, haciendo un camino y luego dicha Calle, donde antes sólo había una vereda, la cual estaba situada dentro de terrenos de la propiedad  de del ricachón Pablo Luzardo Ramírez, conocido por “El Indiano”.También la zona alta de este Camino ha sido conocida por “Las Paredes”, que algunos lo recuerdan así aún.

            Este camino tiene muchos secretos, en especial de los jóvenes que lo cruzaban  los domingos y sábados, cuando eran muchos los que se iban desde Máguez a encontrarse con sus novias en Haría, o a la viceversa, fueron muchos los jóvenes que se venían desde Haría, a encontrarse con sus novias en Máguez, pero muchos lo utilizaron para utilizar desde Máguez a Haría y desde Haría a Máguez, y en especial para festejarlo en los bailes de timple y guitarra que había entonces. También se iba al cine, pero también pasó el médico y curanderos por allí, montado en burro, ya más tarde en moto. Sería bueno aplicar  la consulta de “Si los Caminos hablaran”, porque habría mucho a recordar. Este camino dio motivo a muchos esguinces o desconches, porque era muy malo, con un empedrado por partes, hasta que se abarrancara. Fueron muchas las borracheras cruzadas, en un camino que tenía fuentecitas que manaban algo.

            Este camino fue de encuentro de bebedores y personas que querían pelear.           Recuerdo de haber tenido una conversación con el Maestro de Haría y gran caballero, que fuera Don Manuel Socas Socas, y éste me dijo que sabía de un encuentro que se sucedió en el Camino de los Cascajos, de dos hombres que intentaban pelear, sin importar con quien, y es que dice que se encontraron un padre llamado Cirilo Betancor Camejo y su hijo Francisco Betancor Perdomo, conocido por Frasco el de Cirilo, y al acercarse se agarraron a pelear, y en la pelea se dieron buenos tortazos, y al final se dieron cuenta de ser  padre e hijo, y se perdonaron, y esta era una gran anécdota de él.

            Este fue un camino muy abarrancado por las lluvias y así la gente sólo se iba caminando  o tirando por las bridas de un animal doméstico. Estas barranqueras dieron algunos problemas de noche, y fueron muchos los que cayeron en ellos, en especial en la parte del Portillo de Bonilla, al que se le decía también, “Cuesta de Inocencia”.

            De este camino también se recuerda cuando los niños o jovencitos se hacían sus carros de madera y se ponían en carrera a ver quien avanzaba más, y de este hecho vienen a la memoria Salvador Romero Betancor y Marcial Barreto Viñoly y otros.

            También se recuerda de ver a algunas personas usando su bicicleta cuando se iban al trabajo, cuando el camino estaba algo mejor. Se recuerda a Rafael Morín Perdomo cuando venía desde Haría a la tienda de Salvador Borges Dorta a Máguez.