Geografía/ Agua/ Datos interés

 

FUENTE: Síntesis Histórico-Geográfica de la Isla de Lanzarote. 2010

 

En la época prehispánica, y después de los primeros años de la conquista, la población se abastecía principalmente de las aguas procedentes de nacientes, fuentes y manantiales, aunque como en algunos lugares ésta era insuficiente se tuvo que proceder a la construcción de las primeras infraestructuras hidráulicas. En este sentido, algunos autores ya hablan de la existencia de pozos en la isla. En efecto, según Abreu Galindo existían en la isla pozos aunque de poco agua (Abreu y Galindo, J.; 1977). Por su parte Torriani señala: la presencia de pozos en Famara, Rubicón y Haría. (Torriani, L.; 1978).

Lobo Cabrera confirma la existencia de estos pozos y otros, conformando más de veinte los localizados entre el Rubicón y Puerto Escondido, junto a maretas en Porto Naos y Arrecife, más los pozos de Arrieta y las fuentes del Temisas (Chafarí) (Lobo Cabrera; M.; 1990)

El agua de estos pozos, que llegaron a ser más de 100 en la isla, aunque muchos de ellos hoy día están secos o sus aguas son tan salobres que se han abandonado, fue siempre de una escasa calidad, a medida que se extraía más agua menor era la calidad, pues el nivel piezométrico del acuífero se reduce y ello hace que pueda haber inyecciones de aguas salinas y una mayor mezcla de sales en las aguas subálveas. En efecto, esto último lo apunta Hausen cuando afirma que las aguas salobres de la isla son debidas a que la capa de travertino (caliza) contamina las aguas subterráneas (Hausen, Id.; 1954).

De las distintas zonas de la isla, la que presenta un mayor número de pozos y perforaciones para la obtención de este preciado recurso es Haría, ello está así recogido en el inventario que realiza el Cabildo Insular de la isla en el año 1560.

El agua de los pozos, no sólo tenía un uso para el consu­mo doméstico de los habitantes de Lanzarote, también era empleada en las faenas agrícolas, dándole un riego ocasional a los cultivos más próximos a la casa, pues como se sabe la agricultura de la isla es mayormente de secano. Los animales también se benefician, por eso junto a los pozos suele haber abrevaderos donde se repartía el agua entre el ganado.

Otra de las zonas donde hubo una gran concentración de pozos en tiempos pretéritos fue la caleta de Famara y el risco del mismo nombre, ya que en palabras de Francisco Hernández: "También los vecinos de la Caleta se preocuparon del pozo existente junto a la carretera desde el momento del nacimiento del pueblo. Según inventario de la época había en la zona más de 66 pozos" (Hernández, F.; 1988). [...]

 

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