Geografía/ Datos geográficos

 

 

FUENTE: Guía de senderos. Lanzarote

        El Valle de Haría se formó gracias a la colmatación de los antiguos barrancos que excavaron la ladera este de la Isla tras su taponamiento sor el Volcán de La Atalaya. El Barranco de Elvira Sánchez es la cabecera de uno de estos grandes barrancos obturados. Por su topografía abrupta, su altitud de 400 a 600 metros sobre el nivel del mar y su orientación, se encuentra directamente expuesto a las capas bajas del alisio y en su cabecera se forman frecuentes brumas. Estas condiciones le permiten mantener una flora extraordinariamente rica, con la presencia de la mayoría de los endemismos del Risco de Famara y de hasta un 90% de los endemismos presentes en la Isla. La vegetación potencial está caracterizada por la existencia de elementos del bosque termófilo como los acebuches, lentiscos, etc. Los líquenes cubren rocas y árboles y en las grietas pueden encontrarse numerosas especies rupícolas, helechos e incluso setas. En esta área se ha realizado una repoblación, de adecuación más que dudosa, que utiliza especies foráneas como pi­nos canarios y carrascos y acacias majoreras en lugar de acudir a las especies de la vegetación natural propias del lugar. Algunos de los árboles se encuentran recubiertos de líquenes y en general no presentan lozanía.

En las cotas inferiores, el valle presenta unas laderas de pendiente moderada, recubiertas de sedimentos procedentes del desmantelamiento de Famara (piedemontes), que han sido completamente aterrazadas para su cultivo, dando origen a un paisaje de gran interés etnográfico. El abandono de esta antigua área de cultivos ha permitido la recuperación de la vegetación, dominada por especies de porte herbáceo, particularmente gramíneas, cerrajas, magarzas, tajinastes, corazoncillos, tollos, cañahejas, etc. La antigua acción humana se hace patente por la presencia de un área reducida de frutales: nísperos, higueras, perales, albaricoqueros, parras, almendros y membrillos.

El hecho de poder encontrar en este enclave relativamente reducido y accesible la mayor parte de la vegetación endémica que singulariza a los Riscos de Famara ha motivado su elección para situar el Jardín Botánico de Lanzarote.

La fauna vertebrada no presenta elementos destacables dados la ya mencionada transformación de territorio, pero las condiciones de umbría y las precipitaciones condicionan la aparición de una vegetación de gran diversidad, estratificación y cobertura, donde la biocenosis de invertebrados de zonas húmedas presentan los más altos valores de riqueza.

Famara y la vegetación

        La riqueza natural del Barranco de Elvira Sánchez viene derivada de su pertenencia a una unidad de mayor entidad, centro de diversidad genética de la vegetación de la Isla: el Risco de Famara. Con una longitud de 12 Km este acantilado o risco ocupa un amplio sector del litoral del noroeste de Lanzarote, sobrepasando en algunos puntos los 600 m de altura. Dada su situación y orientación está abierto a los vientos alisios que crean unas condiciones ambientales similares a las ya descritas para el Barranco de Elvira Sánchez. Fruto de estas especiales condiciones climáticas, del aislamiento ecológico del área y de la inaccesibilidad de buena parte de sus cantiles es la presencia de una vegetación extraordinariamente singular.